En mitad de la Rúa de Sitges mirando el Carnaval y pensando en su significado... Reflexioné sobre como nuestra sociedad actual a veces nos impone el uso de algunos “disfraces” para poder seguir siendo aceptados en los diferentes estratos sociales de la misma, la única forma de evitarlos sería la desnudez y ya sabemos que no es posible. Así que decidí re-editar este post para darle una nueva perspectiva, más acorde con lo que en realidad quería expresar cuando lo escribí por primera vez...
Existen empresas (algunas multinacionales) en donde para poder "sobrevivir", también se hace necesario el uso continuo de disfraces adaptados, tanto a los códigos de la empresa, como a los “preceptos morales” de quienes las dirigen.
El hecho de disfrazarse en una empresa, implica también actuar de una forma específica en concordancia al disfraz (y a veces a la máscara) que convenga llevar. Es decir, los empleados no pueden ser ellos mismos si de verdad quieren seguir y avanzar dentro de la corporación. Deben convertirse en un reflejo de lo que algunos jefes quieren ver y de lo que éstos consideran subjetivamente como: bueno ó malo, moral ó inmoral y aceptable ó inaceptable.
El disfraz y la eficacia del mismo, en conjunto con la capacidad de actuación, serán incluso más determinantes para el éxito que: el desempeño, el conocimiento y las habilidades juntas. No importa si tienes el mejor currículo o si demuestras inteligencia, lo importante es hacerle creer a tus jefes que eres socialmente compatible con: a) la empresa, b) él/ella y c) con su séquito de disfrazados. De otra forma podrían ser relegados a un segundo plano y no ser considerados a la hora de ascensos o incentivos.
En empresas de este tipo, los nuevos empleados, que deseen tener “futuro”, estarán disfrazados antes de un año o estarán fuera, a menos que sean conformistas y no tengan aspiraciones en la empresa, La correcta actuación y su perfeccionamiento toman tiempo, debido a que es bastante difícil adaptar la forma de ser a los demás.
Como complemento, los jefes del disfraz dirán y jurarán con la mano en La Biblia, que la vida privada del empleado es sagrada y confidencial, pero no dejarán de tratar de averiguar todo lo posible sobre ellos, su familia, sus costumbres y su entorno; no por curiosidad, sino para buscar cualquier indicio que vaya en contra de sus “preceptos morales” o que choque con lo que ellos consideran “fuera de lugar”. Un tatuaje, el corte de pelo, un anillo u otros detalles externos no pasarán desapercibidos y marcarán a el empleado desde el principio, causando comentarios (secretos) sobre su orientación sexual, su poder adquisitivo, su higiene personal y su presunto (oscuro) pasado.
No serán aceptados hasta pasar por diferentes pruebas que demuestren que son socialmente aceptables. Así que la elección del "disfraz" correcto y las diferentes dotes de actor/actriz serán determinantes para acelerar la inclusión dentro del resto de los disfrazados. Una vez dentro, se hace más fácil mantenerse y la actuación pasa a formar parte de la rutina diaria.
Afortunadamente, la mayoría de las empresas no funcionan así y realmente son pocas en donde no valoran la capacidad del empleado en contraste con sus "otras habilidades". No obstante, si que existen empresas donde se pretende hacer del empleado un ser adaptado al entorno y en donde se le impone comportarse (y ser) de una forma determinada, aunque vaya en contra de sus principios, personalidad y estilo.
Si trabajas en una empresa en la que hay que disfrazarse. Te sugiero la lectura de “El Príncipe” de Maquiavelo y de “El Arte de la Guerra” de Tsun Tsu, libros antiguos pero muy vigentes, con muchas herramientas eficaces de conducta social que te ayudarán a lidiar con la complejidad social de las empresas de este tipo a medida que se va creciendo en ellas.
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En este tipo de empresas, en las que afortunadamente ya no trabajo, los empleados con “futuro” están bien disfrazados y cada uno de ellos actúa de acuerdo a su posición, nivel y condición; con caracterizaciones que incluso podrían ganar un Oscar de La Academia. Tanto es así, que las evaluaciones de desempeño y su resultado, serán el reflejo de sus cualidades histriónicas; es decir si reciben una puntuación de: “excede las expectativas” (la mejor calificación) es como si en realidad ganasen un Oscar.
16 comentarios:
Muy buen blog, le felicito. Tal vez le interese leer EL ARTE DE LA VENTAJA, libro virtual para descargar en
http://www.personal.able.es/cm.perez/Extracto_de_EL_ARTE_DE_LA_VENTAJA.pdf
Es un texto en la línea de Nicolás Maquiavelo.
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Un saludo
Sí, estoy de acuerdo que es esa la línea que mantienen muchas empresas y muchos contratadores: no trabajar en la valía de las personas sino en su capacidad de alienarse en sus valores...se sigue buscando todavía el perro que lame la mano del amo.
Es por eso, por lo que aprecio a esta nueva generación, no sé si vendrá mejor o peor formada que la anterior...llevo oyendo eso de que cada vez que somos más tontos desde que soy niño, tengo 34 años y se lo he oído a los de 50, luego a los de mi edad y por último el otro día a un chico de 22... por lo que me suena a tópico y a exceso de autocomplacencia...Me voy por las ramas, lo que más me gusta de esta nueva generación es su total insolencia hacia el empleador y hacia esa cultura del fingimiento y de la alienación que comentas en tu post, a que ya no sean Alcántaras que tienen que poner buenas caras por el hecho de que hay que caer bien para poder comer...a que hagan sin disimulo lo que otros hacen a escondidas.
Lo peor de todo es sentirse mal por no disfrazarte, por no seguir el juego, por valorar la diversidad de opiniones y por favorezer la creatividad.
Cuando te encuentras en una empresa de este tipo debes abandonar el barco cuanto antes, o la gente exitosa que se disfrada estupendamente te hace sentir incómodo, inmaduro, poco adaptable, poco elástico.
Lo que es seguro es que estas empresas enquistadas en las aparencias no tinenen mucho futuro a largo plazo, por lo que o tiennes el poder de modifcar el entorno o te adaptas, o saltas.
Senior, afortunadamente creo que estás exagerando. O por el contrario yo he tenido mucha suerte en mi vida laboral. Es cierto que es necesario una cierta aceptación social dentro del entorno social de la empresa; pero de ahí a que sea necesario esconder tu personalidad o tu pasado, hay mucho trecho.
Saludos
Excelente post realmente. Creo que define a las mil maravillas lo que para mi es el carnaval en realidad, una oportunidad para ser uno mismo aunque solo sea una vez al año. Y naturalmente me ha recordado tambien hasta qué punto la vida es puro teatro (como decía no se qué canción), en la empresa y fuera de ella. Cuentan que en el teatro clásico los actores llevaban una máscara que se llamaba persona, o tal vez personare, (para sonar) que después dió lugar a la palabra persona-lidad.
Totalmente de acuerdo, es más en cada uno de mis trabajos he tenido que adaptar mi disfraz. Ahora que de nuevo estoy en proceso de búsqueda me he sorprendido de nuevo de compras "buscando algo para trabajar" ¿qué tal un traje ignífugo?. No obstante el disfraz nunca es completo, es más bien un maquillaje o un antifaz, no se puede vivir en la mentira.
Y lo más curioso es esa gente auténtica, que sobrevive sin renunciar a sí mismo, he conocido a algunos. Sin duda son los más auténticos pero se les conoce por raros o hasta por friquis.
Sin entrar en críticas, ekaizen, no es que hayas tenido más o menos suerte, es simplemente que tienes una capacidad para abstraerte del entorno y centrarte en lo que es estrictamente el trabajo que te hace más apetecible para las empresas.
Hola Carolus:
Gracias, ya echaré un vistazo a esos libros que recomiendas.
Hola hagetmau:
Al parecer las nuevas generaciones de empleados son más reacias a disfrazarse y eso en cierta forma es algo positivo que podría contribuir a sacar de las empresas tanta conchupancia.
Como puedes ver existen empresas y empleados ajenos a este problema, lo que no significa que no exista.
Hola Chavo:
Estas empresas siguen existiendo debido a la capacidad de adaptación del ser humano y a la necesidad que tienen algunos de mantener una estabilidad laboral... Aunque a la larga, empresas de este tipo tienden a ser poco exitosas o poco rentables, eso contribuye a renovarlas y a eliminar la fiesta de disfraces (yo lo he visto).
Hola ekaizen:
No exagero, éstas empresas existen... Yo trabajé en una de ellas y mi descripción se basa en la realidad... Es lamentable que pasen estas cosas en una multinacional.
Hola María:
Pues personalidad es lo que falta en estas empresas en donde sólo faltaría que usaran máscaras... LLega un momento en que no soportas más y te largas.
Hola esadelblog:
Yo también me disfracé, lo confieso, pero a la final me di cuenta que vivir así no era lo mío y tomé la decisión de irme.
Sí, señor. El carnaval es todo el año, no hace falta esperar a febrero. SM, ¿de verdad que la mayoría de las empresas no son un carnaval? Yo debo tener mala suerte. Llevo 10 años pasando de comparsa en comparsa.
Como siempre un post a la altura de la actualidad.
Viene a mi mente una foto que recorría la Internet donde un trabajador de la Coca cola, con su carro repartidor de bebidas, cansado se parque y se empieza a tomar una gaseosa de la Pepsi.
Ayer charlaba con un amigo que trabaja en una transnacional, y su jefe, que es un poco mal querido por sus actitudes hacia sus subalternos, le pedía un informe para hoy, y se había acordado que tenía 8 días para hacerlo.
Al final entre corrillos se habla que el jefe lo que le gusta es probar a los empleados, aunque los humille.
El jefe una persona obesa y de malas relaciones interpersonales entre los empleados, es objeto de burla día con día a sus espaldas.
Al final todos se cubren con la mascara, y hacer buena cara ante su Chief, a pesar del odio si se le puede llamar de alguna forma, que le tienen al individuo, que no es socialmente aceptado a lo interno de la empresa.
Todo lo demás pues si, hay que adaptarse al entorno, es parte de la hipocresía globalizada en la que vivimos hoy en día.
Saludos
no he ido al carnaval, pero si se de gente que se disfraza todo el año
te dejo besos de chocolate
lágrimas de mar
Hola Cebolla:
La realidad es que hay mucha gente disfrazada en las empresas y que muchas veces ni se dan cuenta de que lo están.
Hola Roy:
Pues si...El disfraz no es más que hipocresía retratada en la forma de actuar de los que no puden ser ellos mismos.
Hola lágrimas de mar:
Gracias por la visita...
Hay disfraces porque la transparencia, la honestidad conlleva ciertos costes... Lo del Nash (creo), la teoría de juegos, interacciones y la toma de decisiones:
Decisiones óptimas desde el punto de vista individual, a veces no conducen a soluciones efectivas. En determinadas circunstancias es posible el pacto o la cooperación...
Un ejemplo estúpido:
Supongamos que alguien me rompe con disfraz (es terminología penal) la luna del coche para llevarse el RadioCD...podríamos haber llegado a una situación más favorable los dos,si me lo pide por las buenas yo le habría dado el RadioCD y a mayores 30 € y me habría ahorrado parte de la reparación y la indisposición del coche durante un tiempo...
Evidentemente, el ladrón valora el hecho de que siendo honesto es probable que no consiga llevarse el radioCD.
En términos afectivos...el amor, la amistad... no hay que buscarlos en aspectos sobrenaturales de las personas, simplemente en comportamientos honestos entre todos los miembros del grupo que se conforme y que llevan a situaciones óptimas visto tanto colectivamente como de un modo individual.
Hola hagetmau:
Interesante comentario enlazando el disfraz y la honestidad...Debo reconocer que la forma en que planteas tus comentarios y las anlogías que utilizas siempre me hacen pensar, ya que difieren de la mayoría de comentarios que recibo. Creo que deberías plantearte la idea de tener tu propio blog para poder enriquecernos más con tus contribuciones y para disfrutar de tus interesantes planteamientos... ¿Qué te parece?.
Primera vez en el blog y verderamente seducido... Y esto no es un disfraz, jeje.
Por cierto crees que la vida misma no es también un disfraz? y la blogesfera ayuda a eso? a debatir por qué no?
Cebolla excelente lo de Carnaval todo el año, jejej
Hola pasión por el marketing:
Bienvenido...
Si, pienso que la vida es un carnaval y que cada día, semana, mes y año nos vamos cambiando los disfraces dependiendo de muchos factores...lo importante es saber escogerlos.
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