En todas las empresas multinacionales, es frecuente observar empleados frustrados y poco satisfechos con su trabajo, este fenómeno es común en todas las sucursales a nivel mundial. Estos empleados siguen en la empresa sólo por subsistir. Cuando esto sucede, decimos que el empleado está enajenado con respecto a él y a la organización, pues no existe sentimiento alguno que lo identifique con su trabajo. Estas conductas derivan en una búsqueda constante de otro empleo por parte del individuo ó en la realización de sus funciones de forma ineficiente.
Los síntomas más frecuentes (y visibles) de enajenación y/o desmotivación son:
Sigue leyendo... El ausentismo frecuente: Siempre surgen excusas que le impiden asistir a trabajar.
La falta de puntualidad: Causada por la desmotivación, lleva al individuo a una impuntualidad inconsciente.
La ociosidad: El poco o nulo aprovechamiento de la jornada y la utilización del tiempo en actividades no productivas o ajenas a la empresa.
¿Qué podemos hacer? …La respuesta es motivar… Antes de despedir a un empleado y si creemos que tiene potencial y aptitudes podemos utilizar la motivación para influir en su conducta.
La experiencia me ha enseñado que hay que adoptar diferentes medidas para motivar a los empleados dependiendo de la región y la cultura del lugar donde se encuentre la sucursal. En Latinoamérica, por ejemplo, existe mucho desempleo, por lo que el simple hecho de tener un puesto en una multinacional es un gran logro, en EEUU se valora más la estabilidad y la cercanía al lugar de residencia y en Europa le dan más valor a los beneficios de jubilación y al buen ambiente de trabajo. Así que cada gerente deberá tomar en cuenta estos factores.
Los incentivos son el principal motor motivador de cualquier empresa y dependiendo de la forma en que los usemos combinados obtendremos los mejores resultados. Existen varios tipos de incentivos, los cuales son:
Dinero. Aunque es considerado el principal motivador, no siempre es el más útil. Este incentivo es bastante complejo pues cada empleado lo interpreta a su manera. Para algunos puede significar mantener económicamente a su familia, para otros mayor capacidad de consumo. Estos incentivos no siempre ayudan a aumentar la producción y pueden ser contraproducentes cuando existe un grupo que los recibe y otro que no.
Ascensos. Un motivador que resulta ser en la mayoría de los casos el más efectivo, pues le da al empleado una sensación de triunfo y una euforia que podría durar años. El empleado se siente competente pues su habilidad y desempeño han sido reconocidos. Incluso sin incrementos significativos en el salario es un motivador muy eficaz.
Seguridad. Como motivador es más específico y se orienta hacia empleados cuyas características familiares lo hacen ser muy valioso. En otros casos es contraproducente, sobretodo cuando el empleado se sabe seguro que podrá estar en la organización indefinidamente siendo ineficiente.
Afiliación. Este motivador hace que el empleado se sienta parte de algo y ayuda sobretodo en casos de enajenación temprana. Aquí se utiliza la innata necesidad de los humanos de pertenecer a algo, lo que nos impulsa a ser leales a esa organización y a colaborar con ella.
Estima. En estos casos el principal motivador es el reconocimiento público utilizado como incentivo. Particularmente es de mucha ayuda en los casos en que no es posible la aplicación de incentivos tangibles.
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